¡No levantes la bandera!

Durante los períodos bélicos, mientras los grupos se enfrentan entre sí y alguno de los batallones siente que sus posibilidades de ganar la batalla y/o sus recursos se están agotando o sus militantes en las tropas o el armamento van escaseando, existe la opción de levantar su bandera blanca indicando su rendición ante la batalla, por ende dándole la victoria automática a su enemigo.

Al Josué recibir la magna encomienda de suceder a un gran siervo como lo era Moisés, de seguro sintió temor por los riesgos que enfrentaría. Quizás se sentía falto de experiencia o se creía insuficiente para el gran encargo encomendado de guiar a un pueblo de dura cerviz como el de Israel. Jehová habló a Josué diciendo: "Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate…" Josué 1:2. Tal como quizás nos han dicho a muchas de nosotras, "esta persona no está, ahora tú lo harás..."

Por eso, Dios le proporciona unos poderosos recursos y consejos para la conquista de la tierra prometida en el libro de Josué 1:

1ro. Esfuérzate y sé MUY valiente (vs. 6, 7 y 9)

2do. Cuida de hacer conforme a toda la ley… no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra (v. 7)

3ro. Nunca se aparte de tu boca este libro de la ley. Medita de día y de noche en él para guardar y hacer conforme a todo lo que en él está escrito (v. 8)

4to. No temas ni desmayes (v. 9)

Las palabras que más se repiten en este pasaje son "Esfuérzate y sé MUY valiente"; realmente no sabemos muchas veces la magnitud de situaciones que tendremos que atravesar, pero hoy recibimos el mismo consejo. Esforzarse se define como "emplear vigor y ánimo para conseguir algo venciendo dificultades"; el temor simplemente nos paraliza y no nos permite marchar. Mientras que la valentía cristiana descansa en la seguridad de la presencia del Señor.

Tengo que admitir que, aun estando convencida de que Dios ha permitido circunstancias en mi vida y que me ha llevado a lugares específicos, ante las duras pruebas mi carne me ha susurrado una y otra vez: Ríndete, levanta la bandera. Pero Su gracia ha sido mayor y Su favor me ha sustentado.

Sus promesas avivan nuestros corazones a seguir confiando en que SIEMPRE Él estará con nosotras, no nos dejará ni nos desamparará (v.5). Debemos ser mujeres valientes que tengan la Palabra de Dios como guía de nuestras decisiones a pesar de los temores y limitaciones. Hoy te animo a que juntas digamos, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", Filipenses 4:13.

Sé valiente, no te rindas ante las pruebas, ¡NO LEVANTES LA BANDERA!

Por Rosanna Ramírez de Rosario

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