No te dejes influenciar por la impiedad

“Porque habrá hombres amadores de sí mismos…” – 2 Timoteo 3:2

¿Te has dado cuenta que las personas que pasan mucho tiempo juntas comienzan a compartir la misma forma de hablar, sus gestos y expresiones?

Incluso comienzan a reírse de la misma manera. Las personas tenemos la capacidad de influenciar a aquellos a nuestro alrededor, especialmente a aquellos con los que nos asociamos más íntimamente. Algunas veces esto es bueno y otras veces no trae consecuencias. Pero a veces hay gente que debemos evitar porque su influencia espiritual es negativa.

Antes de seguir, déjame explicar una frase que puede ser confusa. Algunas de nosotras podemos sentirnos descolocadas por la frase “en los últimos días”. Puede sonar como una referencia a un futuro lejano. Pero en el Nuevo Testamento, “los últimos días” se refiere al tiempo entre la resurrección de Cristo y su segunda venida. Estamos en los últimos días de la obra redentora de Cristo.

Así que Pablo se está refiriendo a nosotros. Ahora, en la iglesia de hoy, hay personas que dicen ser creyentes pero no lo son y, con el tiempo, prueban ser religiosos solo de manera superficial. Incluso Pablo estaba lidiando con esta clase de personas. Estaban llevando a la iglesia creencias erróneas y actitudes y conductas no piadosas. Echemos un vistazo a una de las cualidades claves que se encuentran de manera usual en este tipo de personas.

Lo primero que se menciona es que estas personas en la congregación de Timoteo eran amadores de sí mismos. Cuando el centro de la vida de una persona es uno mismo, un montón de otros pecados se asientan en el corazón. El egoísmo puede traer consigo amor por las cosas materiales, orgullo y arrogancia (v. 2). El centrarse en uno mismo hace que las personas sean abusivas y faltas de corazón (v. 3), con muy poca consideración por otros.

Pero la peor parte es que tienen apariencia de piedad (v. 5). Ellos saben las cosas apropiadas para decir el domingo o entre cristianos. Se envuelven en piedad, pero bajo la superficie son rápidos para calumniar, propagar chismes y criticar. Hay falta de control en su forma de hablar y en su conducta. Y, en la mayor parte, no están convencidos de que están haciendo las cosas mal.

Pablo le dice a Timoteo y a nosotras que no debemos asociarnos con ese tipo de personas. Pero asegurémonos de que comprendemos lo que Pablo NO está diciendo. No nos está diciendo que no nos juntemos con personas impías fuera de la iglesia. Jesús comió y se juntó con los peores de los pecadores. Les mostró amor y bondad, llamando al pecado “pecado”, pero siempre apuntando al perdón. Debemos estar en el mundo, pero no ser parte de él. Esto significa que deberemos asociarnos con no creyentes para poder mostrarles el amor y la gracia que Dios ofrece en Cristo.

Lo que Pablo está diciendo es que debemos tener cuidado de asociarnos con aquellos que llamamos “cristianos” pero cuyas vidas contradicen la Palabra de Dios y se burlan de Su Palabra al ignorar lo que Dios llama pecado.

Para ti y para mí, esto significa que necesitamos permanecer fuertes. Necesitamos ser fuertes en lo que creemos y en por qué lo creemos. Necesitamos estar fuertes en nuestras convicciones y en lo que está bien y no; en lo que es aceptable y lo que no. Necesitamos estar fuertes para que podamos influenciar a otros bien, en lugar de ser nosotras las influenciadas por el carácter no piadoso. Esto significa que debemos ser fuertes en el Señor, porque esa es la única manera en la que podemos resistir la influencia de la impiedad. 

Desafío: Examínate de manera honesta esta semana y responde estas preguntas: ¿En qué áreas de tu vida tiendes a ser influenciada de una manera no piadosa? ¿Quién o qué te influencia y cómo puedes resistir esa influencia? ¿Quién o qué te influencia para bien? ¿Cómo puedes buscar más influencias piadosas en tu vida?

Por Jen Thorn

 

 

Loading controls...