“Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros.” – Gálatas 3:13
¿Estás asombrada?
¿Asombrada por la belleza del sacrificio que se ha hecho por ti… por mí? Yo si lo estoy. Estoy tan asombrada que apenas puedo escribir.
“Maldito todo el que es colgado en un madero…” – Gálatas 3:14
Jesús tomó sobre sí la maldición que fue dada a aquellos de nosotros que violamos la ley. Tú y yo. Tim Keller dice que “cuando una persona era ejecutada en el Antiguo Testamento, era por lo general por lapidación. Entonces el cuerpo era colgado en un árbol como símbolo del rechazo divino. No es que el hombre era maldecido por ser colgado, sino más bien, él era colgado como un signo de la maldición. Pablo dirige esta conexión hacia Cristo, cuya ejecución se hizo en una cruz de madera para demostrar que Él experimentó la maldición del rechazo divino”.
Allí colgado, en lugar de, por, nosotras. Obtuvo la maldición que merecíamos, para que pudiéramos recibir la bendición que Él obtuvo.
¿Y la parte asombrosa? Al igual que Él se hizo pecador por nosotras, así nosotras nos hemos convertido en justas de la misma manera. Ahora Dios nos ve así, perfectas, sin tacha, justas y sin culpa. Esto es algo más que ser perdonadas. Esto significa que nos convertimos en perfectas delante de Él.
Perfecta.
¿Nuestra parte? Necesitamos simplemente mirar y vivir…
Mira al hombre en la cruz.
Mira lo que ha hecho.
Deja que te traiga a adorar a Sus pies.
Deja que ablande tu corazón, mientras lo contemplas hoy.
Asómbrate.
“Nunca seremos apartadas del evangelio, nunca podremos, y nunca necesitaremos serlo.” – Tim Keller
Así que quédate allí. A los pies de la cruz. Mira y vive. Deja que la asombrosa noticia impregne cada pensamiento tuyo hoy.
Por: Joy Forney
