Pasos para resolver el conflicto

Bienaventurados los pacificadores,  porque ellos serán llamados hijos de Dios.” – Mateo 5:9

1. Define el problema y apégate al asunto

Haz una definición clara de la causa del conflicto y no te salgas de ella durante la discusión. Si palabras hirientes, asuntos del pasado y viejas heridas se mezclan, va a ser más difícil llegar a una solución.

2. Busca la pureza de corazón

“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” – Mateo 7:5

Antes de sacar a la luz pública las fallas y maldades de la otra persona, y de acusarle por todo el daño que te ha hecho, toma un tiempo para orar y enfrentar tus propios fallos. Confiesa cualquier forma en la que hayas podido contribuir con el problema.

3. No discutan en medio del cansancio

El cansancio, el estrés o las distracciones pueden minar su capacidad de responder a la otra persona con amor. Busquen un momento para hablar en el que las personas involucradas estén tranquilas y no se distraigan con otras personas o responsabilidades.

4. Afirma la relación

Afirma la relación antes de definir el problema. Muestra que te interesa mantener esa relación y que estás dispuesta a contribuir en la edificación de la misma. Evita cargar a la otra persona con responsabilidades y culpas; eso no suele funcionar a la hora de arreglar nada.

5. Escucha con atención

Una vez que han comenzado a compartir sus sentimientos, escucha a la otra persona con atención y tratando de ver las cosas desde su perspectiva. Haz todas las preguntas que sean necesarias para asegurarte de que estás entendiendo a la perfección lo que la otra persona está diciendo.

6. Ten un corazón dispuesto a perdonar.

Perdona a los demás de la misma manera que Cristo te perdonó a ti.

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” – Colosenses 3:12-13

El perdón es tanto un evento puntual como un proceso. Podemos comprometernos a perdonar a la otra persona haciendo algunos compromisos:

- No utilizar esta situación en contra de la otra persona

- No seguir dándole vueltas una vez que se ha solucionado

- No hablar a otras personas sobre el conflicto

- No dejar que se interponga en la relación

7. Propón una solución

Recuerda que la relación es más importante que el problema. Cuando pienses en una solución, considera Filipenses 2:4-5

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús

Que tu actitud sea la misma que la de Cristo: busca soluciones teniendo en mente el bienestar de todas las personas involucradas.

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