Pide sólo una cosa

Si pudieras pedir una sola cosa al Señor, ¿qué sería? 

Pues bien, el rey David pedía habitar en la casa del Señor todos los días y, en realidad todos deberíamos pedir lo mismo, sin embargo, estamos tan ensimismados que olvidamos que cosas grandiosas pueden ocurrir en la presencia de Dios y que no va a suceder en cualquier otro lugar en el planeta.

El Salmo 27:4-5 habla de ello:

"Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca."

David trabajó arduamente en su comunión con Dios, pues además de sentirse cerca, sabía de los beneficios de permanecer en su presencia. Sabía con certeza que era un refugio en momentos de aflicción.

¿Y tú? ¿Qué le estás pidiendo a Dios? Intenta esta vez pedirle habitar en su presencia, él conoce tus problemas, pero no quiere que te enfoques en ellos.

Hoy te invito a que experimentes su poder y su favor viviendo en su presencia todos los días y caminando en la misma sintonía con él. Pero recuerda que para estar en sintonía con Dios, tienes que moverte en la misma dirección. De esa forma vas a caminar con Dios cuando vives en obediencia y bajo la convicción de seguirle pase lo que pase, ¿o crees que pueden dos caminar juntos sin estar de acuerdo adonde van? (Amos 3:3)

 

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