Cada vez que leo el siguiente pasaje entra en mi un gran respeto por Jesús, Su poderío y Su justicia:
“En la ciudad de Éfeso, Dios hizo grandes milagros por medio de Pablo. La gente llevaba los pañuelos o la ropa que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se sanaban. También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los espíritus salían de esas personas. Allí, en Éfeso, andaban algunos judíos que usaban el nombre del Señor Jesús para expulsar de la gente los malos espíritus. Decían a los espíritus: «Por el poder de Jesús, de quien Pablo habla, les ordeno que salgan» Esto lo hacían los siete hijos de un sacerdote judío llamado Esceva. Pero una vez, un espíritu malo les contestó: «Conozco a Jesús, y también conozco a Pablo, pero ustedes ¿quiénes son?», Hechos 19:11-15 (TLA).
Conocer a Jesús no es un juego… Conocer a Jesús verdaderamente es un hecho de vida o muerte. Muchas veces en nuestras vidas usamos el nombre de Jesús como si fuese un amuleto o simplemente nos aprovechamos de Su gracia y misericordia para vivir a nuestra manera.
Mi oración es que nunca tomemos en vano Su nombre y el plan de vida abundante que Él tiene para nosotros. Que no pongamos nuestra fe o basemos nuestra relación con Él a través de otras personas y sus experiencias con Dios… Que podamos encontrarnos con Él, conocerlo y encontrar nuestra identidad, quienes somos en Él.
Dios tiene algo especial y detallado para cada uno de nosotros, tenemos que dejar que Él guíe nuestros pasos por el camino, lo que Él tiene destinado para nosotros.
Sigamos conociéndolo personalmente, que sin titubear podamos llamarlo Amigo, Salvador, Padre, nuestro Dios… Mira lo que le pasó a estos personajes que usaron el nombre de Jesús sin conocerlo:
“Enseguida, el hombre que tenía el espíritu malo saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos. De tal manera los maltrató, que tuvieron que huir del lugar completamente desnudos y lastimados. Los que vivían en Éfeso, judíos y no judíos, se dieron cuenta de lo sucedido y tuvieron mucho miedo. Y por todos lados se respetaba el nombre del Señor Jesús”, Hechos 19: 16-17 (TLA).
Jesús te conoce y sabe quién eres tú… La pregunta es: ¿conoces y sabes tú quien es Jesús?
