Hay veces, demasiadas, en las que vivimos con un halo de derrota alrededor de nosotras. Hay cosas que nos superan, situaciones difíciles, ataques por todas partes, desilusiones, reveses... y olvidamos quiénes somos. Olvidamos nuestra identidad. No la de tus documentos, sino nuestra identidad eterna, lo que somos EN Cristo.
Hoy quiero compartirte lo que la muerte y la resurrección de Cristo hizo contigo y conmigo. Lo que Su sacrificio nos dio. Ojalá saber quién eres en Cristo te ayude a vivir a plenitud, recordando no solo lo que el Señor padeció por nosotros, sino también la esperanza y la vida que tenemos en ÉL.
En Cristo…
Soy una nueva creación (2 Corintios 5:17)
Soy un hijo de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:14-15; Gálatas 3:26; 4:6)
He sido redimido y perdonado de todos mis pecados (Colosenses 1:14)
Estoy libre para siempre de condenación (Romanos 8:1)
He sido librado del poder del pecado (Romanos 6:1-6)
Tengo el derecho de entrar sin vergüenza ante el trono de Dios para encontrar misericordia en tiempos de necesidad (Hebreos 4:16)
Soy justo en Cristo, completamente perdonado (Romanos 5:1)
Soy siervo de la justicia (Romanos 6:18)
Soy un santo (Efesios 1:1; 1 Corintios 1:2; Filipenses 1:1)
Soy la sal de la tierra (Mateo 5:13)
Soy la luz del mundo, portador de la verdad (Mateo 5:14)
Soy amigo de Cristo (Juan 15:15)
Soy elegido por Cristo para llevar Su fruto (Juan 15:16)
Soy hecho siervo o esclavo de Dios (Romanos 6:22; Efesios 3:1; 4:1)
Soy templo, morada del Espíritu Santo (1 Corintios 3:16; 6:19)
He sido comprado por un precio y por lo tanto pertenezco a Dios. No soy mi propio dueño. Vivo para Cristo (2 Corintios 6:19-20; 5:14-15)
Soy miembro del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27; Efesios 5:30)
Estoy reconciliado con Dios y soy ministro de reconciliación (2 Corintios 5:18-19)
He sido crucificado con Cristo y ya no vivo yo; Cristo vive en mí (Gálatas 2:20)
Fui escogido en Cristo antes de la fundación del mundo para ser santo y sin mancha delante de él (Efesios 1:4)
Soy heredero de Dios, pues soy su hijo (Gálatas 4:6-7)
Soy hechura de Dios, nacido de nuevo en Cristo para hacer su obra (Efesios 2:10)
Soy santo y justo (Efesios 4:24)
Soy ciudadano del cielo (Filipenses 3:20; Efesios 2:6)
Soy peregrino en este mundo en el cual vivo temporalmente (1 Pedro 2:11)
Soy hijo de la luz, no de oscuridad (1 Tesalonicenses 5:5)
He sido rescatado del dominio de Satanás y trasladado al reino de Cristo (Colosenses 1:13)
Soy enemigo del diablo (1 Pedro 5:8)
Soy nacido de Dios, y el diablo, no tiene autoridad para tocarme (1 Juan 5:18)
Cristo mismo mora en mí (Colosenses 1:27)
Soy escogido de Dios, santo y amado (Colosenses 3:12; 1 Tesalonicenses 1:4)
He recibido muy grandes y preciosas promesas de Dios (2 Pedro 1:4)
Seré como Cristo cuando él regrese (1 Juan 3:1-2)
Por la gracia de Dios, soy lo que soy.