“Sr. Palau:
Usted habla a menudo del verdadero amor. ¿A qué se refiere con ello?”
Respuesta:
La mejor descripción que yo tengo para explicar lo que es el verdadero amor está en la Biblia, en lo que yo llamo "El cántico al amor", ya que me parece que es la descripción perfecta e inspirada de lo que es el verdadero amor. Este cántico está en 1 Corintios capítulo 13 y dice así:
"El amor es paciente, es benigno; el amor no es celoso ni envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no es arrogante ni egoísta ni grosero; no trata de salirse siempre con la suya; no es irritable ni quisquilloso; no guarda rencor; no le gustan las injusticias y se regocija sólo cuando triunfa la verdad. El que ama es fiel a ese amor cuéstele lo que le cueste; siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y la defiende con firmeza. Un día se dejará de profetizar, de hablar en lenguas, y la ciencia ya no será necesaria. Pero siempre existirá el amor. Lo mayor de todo es el amor".
Esa es una estupenda definición de lo que es y cómo se manifiesta el verdadero amor. Ese cántico al amor es inspirado, pero no como por cualquier poeta de la historia. Eso se encuentra en las palabras del mismo apóstol San Pablo quien fue inspirado por el Espíritu Santo de Dios.
¿De dónde se obtiene este tipo de amor que no es egoísta ni grosero, no es envidioso, presumido ni orgulloso; este amor que es fiel, cuéstele lo que le cueste? El verdadero amor sólo se conoce, no en el matrimonio, aunque se puede llegar a grandes alturas en él, sino en Dios, porque "Dios es amor". El verdadero amor proviene tan sólo de Dios.
Para tener esta clase de amor es imprescindible conocer a Dios, pero, ¿quién puede decir que conoce a Dios? Es una pregunta lógica. Conocemos a Dios los que nos encontramos con Él por la fe en Jesucristo. Yo le abrí mi corazón a Cristo hace muchos años; lo invité para que entre a mi vida, y El entró. Desde aquel día yo soy un hombre nuevo. Él es mi Salvador. Y porque Cristo vive en mí, ha derramado su amor en mi corazón.
Usted puede conocer el verdadero amor también si recibe a Cristo ahora mismo por la fe en su corazón.
