Razones para el sufrimiento

Desastres naturales, actos terroristas, injusticia, enfermedades incurables... todas estas experiencias nos llevan al sufrimiento y pueden hacer que nos cuestionemos el amor y la bondad de Dios. La misma pregunta que vemos en Job y en los Salmos sigue vigente: ¿Por qué sufre el justo? No tengo una respuesta para eso, pero no por eso debo dejar de confiar en Dios. Sólo puedo sumergirme en Su Palabra e intentar buscar algunas razones para el sufrimiento:

Recordarnos que vivimos en un mundo pecaminoso que necesita redención

“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.” – Romanos 8:20-23

Conocer la disciplina amorosa de Dios

“Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” – Hebreos 12:6-7

Ayudarnos a poner la mira en las cosas celestiales y no en las terrenales

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” – Colosenses 3:1-2

Hacernos más como Cristo

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos” – Romanos 8:29

Hacer ver a los perdidos su necesidad de Dios

“Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra” – Salmo 119:67

Encontrar nuestra fortaleza en Jesús

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” –2 Corintios 12:9

Revelar lo que hay en nuestro corazón

“Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.” – Deuteronomio 8:2

Apoyar y ser apoyados por otros creyentes

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” –2 Corintios 1:3-4

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