Relaciones íntimas

“Sr. Palau:

Quisiera que me explique su opinión acerca del amor entre un hombre y una mujer. Lo que yo he aprendido de mis amigos, de películas y revistas, es que amar a una mujer es lo mismo que tener relaciones íntimas con ella. Por otra parte, si el Creador nos dio órganos reproductivos, ¿por qué, entonces, la Biblia prohíbe que los usemos? Y por último, ¿diría usted que es pecado tener deseos sexuales?”

Respuesta:

Sus preguntas son importantes y con la ayuda de Dios espero responderle con prudencia y claridad, ya que la Biblia es específica al referirse a estos temas.

En primer lugar, estimado joven, usted está confundiendo amor con pasión. El amor implica responsabilidad y sacrificio por la felicidad de la otra persona. Usted no ama a una muchacha cuando su única ambición es tener relaciones íntimas con ella, o sea, satisfacer su deseo egoísta, su pasión.

¿Qué es el amor? Hay muchas formas de describirlo, pero le cito el cántico al amor que se encuentra en 1 Corintios 13 en la Biblia. Dice así: 

"El amor es paciente, es benigno, el amor no es celoso ni envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso, no es arrogante ni egoísta ni grosero, no trata de salirse siempre con la suya, no es irritable ni quisquilloso, no guarda rencor, no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El que ama es fiel a ese amor cuéstele lo que le cueste".

En segundo lugar, Dios nos dio la capacidad reproductiva para usarla apropiadamente dentro del matrimonio de acuerdo con el plan de nuestro Creador. Y le aseguro que es una experiencia hermosa, emocionante y plena de satisfacciones. Pero las relaciones sexuales fuera del matrimonio traen consecuencias devastadoras.

"Todo tiene su tiempo" dice la Biblia. "Todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora" (Eclesiastés capítulo 3) y el tiempo y la hora para disfrutar de la bendición sexual es el matrimonio. La Biblia nos exhorta: "No sean insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor" (Efesios capítulo 5).

El libro de los Hebreos capítulo 13 dice: "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla. Pero a los fornicarios y a los adúlteros, los juzgará Dios".

En tercer lugar, los deseos sexuales son parte de la creación de Dios, pero cuando se los usa separados del amor, entonces crea emociones perversas que traen degeneración moral, espiritual y social. La Biblia advierte en 1 Corintios capítulo 6: "Huid de la inmoralidad. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, mas el que es inmoral, contra su propio cuerpo peca".

Por otro lado, debo decirle que el acto sexual, como cualquier otro acto, debe ser usado para glorificar a Dios. Ese debe ser el deseo íntimo del corazón. Y se glorifica a Dios cuando hay verdadero amor. En 1 Juan capítulo 4 dice: "El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor". 

Este regalo que Dios le ha dado a usted y a todos los seres humanos, es un regalo de amor. Pero nadie puede conocer el amor si no conoce primero a Dios, porque Dios es amor.

Usted me puede decir, "Bueno, Señor Palau, ¿cómo hago para conocer a Dios y su amor?" La única manera es recibiendo a Cristo por la fe en su corazón. Cristo es el Hijo de Dios, que se dejó crucificar por nuestros pecados y resucitó al tercer día. Ahora está vivo y quiere morar en su corazón. Déjelo entrar, y usted conocerá el amor de Dios. 

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