Llegó el Domingo de Resurrección. La cruz está vacía. ¿Por qué si pocas horas antes Cristo había estado colgado en ella? ¡Pero ya no lo estaba! Jesucristo jamás volvería a subir a esa cruz porque cuando murió, hizo una obra perfecta.
Cristo se entregó a Dios en sacrificio único y permanente . . . Por medio de aquella ofrenda única, hizo perfectos ante Dios a los que está santificando (Hebreos 10: 12-14).
El Viernes Santo Él fue crucificado, pero el Domingo de Resurrección Él salió de la tumba. Y cuando salió, venció a Satanás, al pecado, a la muerte y al infierno.
Y con ese enorme poder que le sacó de entre los muertos, Cristo también puede cambiar la vida de los hombres.
Me hace pensar en aquella gran decisión que meses después de la cruz y de la resurrección del Señor Jesús, tomara aquel hombre llamado Saulo de Tarso (lea capítulo 8 y 9 del Libro de los Hechos en su Biblia).
Saulo de Tarso era criminal, blasfemo y perseguidor de los cristianos. No obstante, muchos meses después de que Cristo hubiera resucitado, Saulo tuvo un encuentro con Jesús - Aquel que había muerto, pero que poderosamente había también resucitado. Y ese encuentro cambió rotundamente su vida.
Tras su encuentro personal con Cristo, el criminal, blasfemo y perseguidor se transformó en el gran San Pablo, el escritor de una gran sección de la Biblia. Fue el hombre que pudo decir: "¡Cuánto he cambiado de opinión! Al volverse cristiano, uno se convierte en una persona totalmente diferente. Deja de ser el de antes. ¡Surge una nueva vida!" (2 Corintios 5: 17)
Primeramente pues, Cristo resucitado nos habla de vida, vida eterna, vida nueva.
Segundo, Cristo resucitado nos habla de poder, poder para vencer el pecado, poder para vencer la tentación. "Con la ayuda de Cristo, que me da fortaleza y poder, puedo realizar cualquier cosa que Dios me pida realizar" (Filipenses 4: 13).
Tercero, Cristo resucitado nos habla de triunfo sobre la muerte, triunfo sobre Satanás. Y ese Todopoderoso Cristo resucitado transformó a Saulo de Tarso en el gran San Pablo.
¡Y también puede cambiar su vida hoy! ¿Qué debe hacer? Reconocer que es un fracasado espiritual, creer en Cristo y recibir al Señor Resucitado por la fe en su corazón. En este mismo momento ábrale su corazón a Cristo, y usted será hecho una nueva criatura. Triunfará sobre el pecado, tendrá poder sobre la tentación y tendrá la vida eterna, la vida que Cristo conquistó aquel día en que salió triunfante de la tumba.
¡Que Dios le bendiga al abrirle su corazón a Cristo! Que el resto de sus días los viva con el poder interno que el Señor le ofrece.
