“Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” – Isaías 9:6
A diferencia de cualquier otro niño que viene al mundo, Dios se dio nombre a Sí mismo. Y estos nombres son los que Él escogió:
Consejero Admirable
Dios Fuerte
Padre Eterno
Príncipe de Paz
Me encanta cómo Dios escogió entrar en nuestro mundo… como un bebé. Él que no tenía pecado puesto en manos de pecadores. El Santo entrando a nuestro mundo con poder restringido.
Oh, la forma de Dios de hacer las cosas no es la nuestra.
Recuerdo el día en el que mi esposo y yo supimos el género de nuestro primer bebé, ¡íbamos a tener una hija! Estaba muy emocionada de que llegara el día. Estaba cansada de llamarle “bebé” y quería hacerlo personal, darle nombre.
Como maestra, tenía una lista de nombres que no quería usar. No quería que el nombre de nuestra hija fuera demasiado común ni demasiado extraño.
Cuando mi esposo y yo pensamos en el nombre para nuestra primera hija, queríamos un nombre que fuera dulce pero fuerte, un nombre que reflejara aquello en lo que esperábamos que se convirtiera con la ayuda de Dios.
A diferencia de nosotros, cuando Dios se puso nombre a Sí mismo, sabía quién era.
Consejero Admirable
Él guiará a Su pueblo a medida que pone su confianza en Él. Él es el creador de la sabiduría y el dador de la sabiduría. Y nuestro precioso Señor no es tacaño a la hora de dar sabiduría, al contrario, la da de manera generosa a todo aquel que pide (Santiago 1:5).
Dios Fuerte
¿Necesita decir más? Él es poderoso para salvar, poderoso en cualquier manera posible… ¡ÉL ES DIOS!
¿Ese problema al que te estás enfrentando? El Señor es poderoso.
La semana pasada leía un viejo sermón de C.H. Spurgeon del año 1859 sobre este nombre de Dios. Al final del sermón, Spurgeon compartía lo siguiente:
“Ruego a todos los que están presentes, con la ayuda de Dios, el Espíritu Santo, que vengan y pongan su confianza en Jesucristo, el ‘Dios fuerte’. Oh creyentes, crean en Él más que nunca, pongan sus problemas constantemente en Él; Él es nuestro Dios Fuerte; acudan a Él con todos sus dilemas, cuando el enemigo venga como un diluvio, este Dios fuerte encontrará una forma de liberarte.
Lleva a Él tu dolor, este Dios fuerte lo puede aliviar. Cuéntale tus fallos y problemas, este Dios fuerte puede borrarlos. Y, oh pecadores, todos los que sienten la necesidad del Salvador, vengan a Cristo y confíen en Él como Dios fuerte.
Vayan a sus casas, pónganse de rodillas y confiesen sus pecados y entonces, pongan las almas de los pobres, los culpables, los desnudos, los indefensos ante Su omnipotencia, porque Él es capaz de salvar a cualquiera que llega a Él, porque cuando murió, no era un cuerpo sin divinidad, sino que cuando murió, Él era Dios fuerte.
Esto, digo, debemos escribirlo de hoy y para siempre; esto debe ser como nuestro gozo y nuestra canción – el hijo nacido y el niño dado a nosotros, el Dios poderoso” – C.H. Spurgeon
¡Ahhh! ¿no es poderoso?
Nuestro Dios es poderoso para manejar cualquier cosa que venga en tu camino. Vuélvete a Él y búscalo en tu vida.
Él es poderoso para ayudar, salvar y redimir.
Padre Eterno
Él ha sido y será por siempre Padre. Él es padre de los que no tienen y padre a todos los padres. Él es el papá que está ahí, el que se preocupa y nos ama profundamente.
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” – Deuteronomio 31:6
Como el Buen Pastor que es, Él nos cuida y nos ayuda a crecer en nuestra fe y conocimiento de Él.
Príncipe de Paz…
Él es el que da la paz, y la paz verdadera solo se puede encontrar en Él.
Él es santo, pero decidió venir a nosotros como un bebé… un niño nos es nacido.
Gracias Señor por ser exactamente quien Tú dijiste que eres.
Por Angela Perritt
