¡Este sí que es un reto en la vida matrimonial!
Ser benignos y desarrollar esa manifestación del fruto le da a nuestro cónyuge las señales externas necesarias para sentirse amado, valorado y respetado. Por ejemplo, en el caso de los maridos, ser benigno es llegar a una excelencia tal en nuestros modales con la esposa que ésta se vea sorprendida cada día con la calidad de nuestro comportamiento. Es simplemente ser todo un caballero.
Para saber en qué nivel de generosidad andamos, repasemos algunas de las cosas que todo caballero debería hacer por su bella damisela:
- Abrirle la puerta del auto.
- Darle la mano al bajar.
- Apartarle la silla cuando se sienta a la mesa.
- Alcanzarle el teléfono celular cuando suena (evitando el grito: “¡Te llaman por teléfono!”).
- Hablarle en todo momento en un tono amable.
- Nunca dejar que ella pida el taxi.
- Nunca dejar que pida la cuenta en el restaurante.
Es una lista bastante breve, pero si tú, caballero, observas que cada uno de estos puntos es “pan de cada día” para ti, déjame felicitarte. Son siete de las cosas básicas que todo caballero debe hacer por su esposa.
Si te diste cuenta de que algo de esta lista te está faltando, no te sientas mal, es normal que a los hombres les falte iniciativa y sobre todo una porción de benignidad. Pero será muy importante que abras de par en par las puertas de tu vida matrimonial al fruto de la benignidad, para que esta normalidad cambie para siempre.
