Sembremos

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” – Gálatas 6:7

En realidad, hay sólo dos maneras de sembrar. Pablo nos hace saber en términos muy claros que de lo que sembremos, cosecharemos. En nuestros versículos de hoy dice:

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas 6: 7-8)

Plantar semillas en la carne nos hará segar corrupción. Y no sé tú, pero yo lo hago sin siquiera darme cuenta, cuando no llevo mis pensamientos cautivos a Cristo. Es algo parecido a esto: me despierto cansada, me pongo de mal humor, veo los platos sucios que alguien dejó en el fregadero, me enojo y el inicio de mi día está asentado totalmente en la carne en lugar de en el Espíritu.

Mi mente está caminando en la carne en lugar de en el Espíritu.

Cuando invertimos en la carne, ella nos lleva por ese camino. Andamos el camino de la carne, y por un tiempo se siente bien. Se siente bien estar enojada por esos platos sucios hasta que veo el dolor en los ojos de mi ser querido; entonces ya no se siente bien, sino tristeza y destrucción. Al final, haber sembrado en la carne nos deja una sensación de estar vacía y usada. Y utilicé un pequeño ejemplo de platos sucios en el fregadero, pero sembrar para la carne puede tener enormes ramificaciones. Andar por el camino de sembrar en la carne puede llevar a cosas más grandes como relaciones extramaritales o adicciones. Nuestra carne no es ninguna broma.

Entonces, ¿cómo peleamos contra la carne y sembramos en cambio para el Espíritu?

1. Predica la verdad a tu corazón. Recuerda las verdades de Gálatas 4: que ya no somos más esclavas, sino que somos hijas de Dios.¡¡¡Una hija de Dios!!! Deja que eso profundice en ti una y otra vez. Vuelve atrás y lee todos los versos de Gálatas 4 para fijar en tu mente y sembrar en tu corazón esas palabras.

2. Elige invertir tu corazón, tu mente y tu vida sembrando para el Espíritu – “Poned la mira en las cosas de arriba”.Cosas llenas de verdad, bondad y belleza. Prácticamente esto significa permanecer en la Palabra cada día, escuchando música de adoración, rodeándonos de amigas que nos inspiran y estimulan, eligiendo libros y programa de televisión que inspiran a la verdad, la bondad y la belleza.

3. No te rindas. “Y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si no nos damos por vencidos.” Sembrar es una palabra de acción. Requiere de trabajo, y la decisión de sembrar para el Espíritu en lugar de para la carne nos desafía a trabajar duro y no renunciar. Aguanta ahí, ¡a su debido tiempo vamos a cosechar!

4. Ora. La Biblia nos dice que “oremos sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Y aunque puede sonar abrumador, simplemente significa mantener una conversación con Dios en tu corazón y tu mente. Pídele ayuda y fuerza a lo largo del día, dale gracias por las bendiciones que Él te ha dado y cuéntale tus luchas.

Amiga, espero y oro que seas animada por la Palabra de Dios. ¡En Él, tenemos eso!

Por: Joy Forney

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