Siete principios para una familia cristiana

Cuando se trata de criar una familia, muchas veces cometemos el error de basar nuestras decisiones en lo que todos los demás hacen, en lugar de establecer principios propios que edifiquen la familia y que dejen un legado sólido.

Es por eso que debemos establecer principios que mantengan a nuestra familia en el camino correcto y que nos ayuden a hacer las correcciones necesarias para tener valores firmes.

Te dejo aquí 7 principios para una familia cristiana que encontré en patheos.com.

1. La Palabra de Dios es la autoridad final.

Nuestras opiniones y sentimientos pueden cambiar al minuto. Si basamos nuestras decisiones como padres en algo tan cambiante como nuestro parecer, nuestra familia no estará anclada en nada. La Biblia provee un mapa claro de cómo un matrimonio y una familia deberían funcionar.

2. Un matrimonio saludable nos hace mejores padres.

Demasiadas parejas ponen sus matrimonios en pausa mientras los niños crecen, para luego terminar con un nido vacío cuando los hijos se van. El problema es que, sin darse cuenta, el matrimonio también está vacío. Debemos darles a nuestros hijos la seguridad que viene de ver a sus padres en una relación amorosa y comprometida el uno con el otro. Ten la clase de matrimonio que te gustaría que tus hijos tuvieran cuando se casen.

3. Cada etapa es un regalo, así que atesora cada momento.

Es fácil querer apresurarnos a través de las dificultades de los años en los que nuestros hijos son bebés, niños o adolescentes, pero cuando nos empeñamos en pasar corriendo a la próxima etapa, nos perdemos las bendiciones incontables del momento que estamos viviendo. Atesora cada instante.

4. El tiempo es primordial para una relación.

No debería existir eso del tiempo “de calidad” porque todo el tiempo debe tener la misma calidad. No hay atajos a la hora de invertir tiempo en nuestra familia. El tiempo es nuestro principal valor y nuestra familia es el mejor lugar para depositarlo.

5. Debe haber amor incondicional y expectativas altas.

El amor debe darse en grandes cantidades y libremente sin importar lo que pase. Nuestros hijos deben saber que los amamos sin importar qué, pero también deben saber que no queremos que se conformen con menos de lo que pueden ser. Esto les da la oportunidad de tener la libertad de fallar con gracia, de tener éxito con humildad y de creer en ellos mismos.

6. El éxito está en las relaciones, no en los logros.

Los logros y los éxitos son algo bueno, pero no se comparan con el alto valor de la familia o las relaciones. Cualquier “éxito” que consigamos a expensas de las personas que queremos no es un éxito real. Al final de nuestra vida, la fe y la familia serán todo lo que importe, por eso no debemos esperar a hacer de ellos nuestra prioridad.

7. Escoge la fe por encima del miedo

Tenemos que aferrarnos a la aventura que Dios tiene para nuestras vidas sin miedo y con entusiasmo. No hay suficiente espacio en nuestro corazón para tener al mismo tiempo miedo y fe , así que, cada día, debemos escoger con cuál vamos a vivir.

¿Qué otros valores son prioridad para tu familia?

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