“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” – Filipenses 4:6-7
Los anunciantes son buenos en crear un sentido de necesidad y urgencia. Ellos ofrecen un sinfín de ofertas que son de “una vez en la vida". La esencia del juego normalmente es de convencerte de que más vale comprar ahora porque los precios podrían no ser tan bajos de nuevo.
Aun si estás tratando de ser un buen administrador de los recursos de Dios, de vez en cuando puedes ser tentado por algunas de estas ofertas. La clave está en permanecer inmerso en la Palabra de Dios y ser consciente de Su presencia.
Si no sientes paz, no lo compres. Si se requiere una decisión rápida, no te involucres. Incluso si tienes una necesidad legítima, toma un tiempo para pensar y orar acerca de una posible compra, porque Dios puede tener un medio alternativo para proveerte.
Las decisiones tomadas en el calor del momento a menudo conducen a remordimientos. Determínate a no tomar decisiones de compras bajo presión.
El esperar antes de comprar puede implicar perder unas cuantas buenas ofertas. Esa es una pequeña pérdida en comparación a la libertad del estrés y la ansiedad.
Lectura Bíblica Diaria:
1 Reyes 8
2 Crónicas 5:1-7; 10