En lo más profundo del corazón de cada mujer soltera se esconde un anhelo de desfilar por el altar con un hermoso vestido blanco. Para muchas, ese es un deseo que el Señor no ha cumplido y el tema central de gran parte de las conversaciones que entablamos.
En una ocasión y en medio de todas las voces intentando defender sus opiniones sobre “el matrimonio”, una soltera de unos 40 años se levantó y preguntó: "¿Quién puede decir que está realmente lista para el matrimonio?"
Muchas veces usamos la excusa de no estar listas para darle un consuelo a nuestro corazón o buscando una explicación de por qué Dios todavía no nos envía el tan esperado "príncipe". Nuestro corazón engañoso trata de convencernos de que la razón primaria por la que continuamos solteras es porque “nos falta algo”. Amada, SIEMPRE te “faltará algo” de este lado del Cielo, nunca serás la mujer perfecta y la mejor noticia es que no tienes que serlo, porque ya Cristo lo es y el matrimonio es sobre Él, no sobre ti.
Por favor no trates de consolar tu corazón con una mentira. No caigas bajo el engaño de asumir que tu preparación o méritos te harán mejor candidata para el favor de Dios.
La soltería ES una BENDICIÓN que viene de la misma mano amorosa y misericordiosa de nuestro Dios bueno.
Por otro lado, sí, una tiene que estar lista y saber ciertas cosas. Cuando viajamos de un país a otro solemos informarnos y preguntar cómo es el clima, los precios, etcétera… Y en mi caso particular nunca he viajado a Matrimoniolandia, por eso le pregunté a varias mujeres (en diferentes etapas de la vida), ¿qué les hubiera gustado saber antes de casarse? Antes de subirse a ese avión con destino incierto… Creo que te sorprenderá un poco leer esto…
Que el matrimonio no se trata de mí.
Que no sirve para hacerme feliz.
Que mi esposo no me dará plena satisfacción.
Que no llegará un día en el que el matrimonio o los hijos me harán sentir plena.
Que implicaría tanto esfuerzo y trabajo intencional.
Que realmente vamos a herir y ser heridos diariamente y tendremos que perdonar continuamente.
Que fui creada como ayuda idónea a mi esposo y lo que esto significa.
Lo que verdaderamente significa el respeto al esposo, afirmarlo, animarlo (Efesios 5:33) y cómo eso se lleva a la práctica de tantas formas cada día.
Que la sumisión de la esposa al marido es la oportunidad de la esposa de ser como Cristo.
Que el matrimonio se trata mucho más que la unión de un hombre y una mujer, es un ejemplo visible de la gloriosa relación de Cristo y Su iglesia.
Si te fijas con detenimiento en cada una de las respuestas de estas mujeres con historias tan diferentes, te darás cuenta de que la vida se trata sobre el matrimonio en Cristo y Su iglesia, ¡no se trata de nosotras! Se trata de Él.
Es hora de que entendamos que el ahora tiene una repercusión eterna y que continuamente nos estamos preparando para las Bodas del Cordero. Ya sea como casadas o como solteras, ese es nuestro fin y esa debe ser nuestra prioridad, conocer mejor a nuestro Amado para quien y por quien viviremos eternamente; quien vino y murió por nosotras, pagando el precio para que podamos vivir con Él felices por siempre… ¿Conoces una mejor historia de amor?
Mis amigas que respondieron la pregunta, también dejaron un consejo:
Corre a Cristo: Conócelo, atesóralo, ámalo sobre todas las cosas.
Sirve a otros.
Regocíjate en Su voluntad.
Cultivar tu relación con el Señor te ayudará a estar lista para hacer Su voluntad cualquiera que ésta sea. Habitar en Su Palabra llenará tu mente de la verdad y traerá el gozo necesario para deleitarte en Él y Sus caminos en cualquier etapa de tu vida.
Y tú, ¿cómo te estás alistando para el matrimonio?
Por Clara Nathalie Sánchez Díaz
