Somos las ovejas de Dios

Cuando pienso en la vida de un pastor suena relajante. Pasas tus días con ovejas bonitas y hasta con corderitos, disfrutando el paisaje hermoso de Dios, comiendo tu almuerzo en silencio bajo la sombra de un árbol frondoso acompañado de un libro (el sueño de un introvertido).

Pero ser un pastor realmente es un trabajo duro. El trabajo comienza muy temprano y termina bien tarde. Requiere mucho caminar y vigilar las ovejas para que ninguna se pierda. Si alguna se pierde es el trabajo del pastor ir a buscarla y traerla de regreso al rebaño.

Los pastores que realmente se preocupan por su rebaño están dispuestos a poner su vida en peligro por sus ovejas.

Es interesante e importante que la Biblia nos llame ovejas. Necesitamos ser cuidadas y necesitamos ser guiadas. Necesitamos protección y provisión. Necesitamos desesperadamente un pastor, y el Señor toma ese título en sí mismo. Del mismo modo que David se preocupaba por sus ovejas, así es que Dios se preocupa por nosotros, “las ovejas de su prado”. Pero, ¿qué significa que el Señor es nuestro Pastor (Salmo 23)? ¿Cómo nos conduce y nos cuida?

El pastor nos guía en sabiduría

Cuando se trata de la sabiduría, pensamos que lo sabemos todo o lo buscamos en todos los lugares equivocados. Buscamos orientación mirando hacia el exterior en nuestra cultura, o en otras personas, y hacia el interior en nuestras emociones.. Nos gusta la idea de “seguir nuestro corazón.” Pero la verdadera sabiduría siempre comienza por mirar hacia arriba a nuestro gran Pastor y a la verdad que Él nos ha revelado en Su Palabra.

La razón por la que necesitamos a Dios se debe a que la sabiduría es más que el conocimiento. La sabiduría es tomar el conocimiento de Dios y aplicarlo a nuestras vidas. No podemos hacer esto solas. Necesitamos que el pastor nos muestre el camino. “Porque el Señor da la sabiduría; de su boca viene el conocimiento y la comprensión”, Proverbios 2:6. Dios promete enseñarnos y guiarnos, pero siempre lo hace a través de Su Palabra escrita. Lo más importante, Jesús dice que es nuestra sabiduría, porque en Él ganamos el verdadero conocimiento de Dios (1 Corintios 1:30).

El pastor cuida de nosotras por Su providencia

¡AMO esta verdad! Me da tanta paz saber que el cuidado providencial de Dios está sobre mí. El hecho de que Dios gobierna todas las cosas en el mundo en todo momento es una gran fuente de paz. Desde el cuidado de la creación (Salmo 104) hasta los detalles de mi vida (Mateo 10:29), Dios cuida de todas nosotras. Nada de lo que nos sucede es un error y no toma a Dios por sorpresa. De nuestros días más felices a nuestros momentos más devastadores, todo es parte del cuidado providencial y bueno de Dios por nosotras. Él sabe lo que es mejor y sabe todo lo que tiene que suceder con el fin de guiar a Sus ovejas a casa.

Somos alimentadas por Sus pastos

El pasto se refiere a la Palabra de Dios. Como ya hemos visto, es en la Palabra de Dios que nos encontramos con la sabiduría, pero también en la Palabra de Dios nos encontramos con comida para nuestra alma – una fiesta espiritual que causa el crecimiento en la fe y el afecto por nuestro Pastor-Dios.

La Escritura es llamada “leche” y “carne” para el pueblo de Dios, y por ella se nutren, son fortalecidos y crecen en la salvación (Hebreos 5: 12-15; 1 Pedro 2:2).

Para conocer al Señor como “Pastor”, en última instancia significa que sabemos que Jesucristo es el “Gran Pastor” de las ovejas (Hebreos 13:20). Esto significa que reconocemos Su voz y le seguimos (Mateo 10:27). Esto significa que, como nosotras lo seguimos, aprendemos a estar satisfechas con el lugar al que Él nos guía.

¿Conoces a tu Pastor que es perfectamente bueno, siempre amable, de ninguna manera cruel y que nunca se equivoca? Si es así, entonces todas debemos estar contentas con nuestras vidas. Aquí es donde nuestro Pastor nos ha traído por el momento.

“Nuestro Buen Pastor es dueño del mundo, es más fuerte que todos los enemigos. Es conquistador de todos y es capaz de mantener a sus ovejas en cualquier lugar” – J. R. Miller

La verdad de que Jesús es nuestro gran Pastor, de que da a cada una de Sus ovejas toda Su atención y de que Él dio Su vida para salvar a Sus ovejas, nos debe llenar de alegría, darnos esperanza en tiempos difíciles y un profundo deseo de seguir a este Pastor todos los días de nuestras vidas. 

Por Jen Thorn

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