Cada generación tiene su trasfondo, el cual puede influenciar nuestra actitud hacia el dinero y su manejo. Me gustaría compartir con usted lo que el Dr. Larry Burkett describe bajo el título “Su historia”.
El Dr. Burkett dijo que el dinero se arraiga en lo más profundo de nuestro corazón y esto se revela en las emociones y en los valores que forman nuestro ser. Algunos de los valores que llegamos a tener son el resultado de cómo crecimos.
Por ejemplo, los padres de María vivieron en pobreza y murieron muy pobres. María le tiene pavor a vivir sin dinero y morir sin un centavo a su nombre. Por eso ella está comprometida a no sufrir como lo hicieron sus padres y no hacer sufrir a sus hijos como sus padres la hicieron sufrir a ella.
Por otro lado está Ricardo, quien tiene veintitrés años, viene de una familia afluente y tiene un título universitario. Cuando consiguió su primer trabajo, para él fue un shock asumir que lo que ganaba no era lo suficiente para vivir como estaba acostumbrado. Sintiendo que merecía ese estilo de vida con el que creció, comenzó a usar sus tarjetas de crédito hasta el máximo y dejó que las cuentas se acumularan.
También está la historia de David, quien aprendió lo que el fracaso puede hacer en la vida de las personas, por lo que él teme fracasar. Graciela, por otro lado, creció con padres que querían tenerlo todo y se dedicaron toda su vida a lograr el éxito moderno. Sin embargo, nunca tenían tiempo para ella y les importaba más su carrera que sus hijos. Por esa razón Graciela teme alcanzar el éxito porque no quiere abandonar a sus hijos.
Cada experiencia que tenemos al crecer nos afecta y toda actitud a la que somos expuestos acerca del dinero tendemos a repetirla o a alejarnos de ella.
Otras actitudes generacionales se muestran de acuerdo a la década. Por ejemplo, Carlos y Lucía crecieron en los años 30´s en medio de la segunda guerra mundial, así que aprendieron a ahorrar hasta lo más mínimo, a no desperdiciar nada y a distribuir por ración los alimentos. Los hijos de Carlos y Lucía crecieron en los años 50 y 60, a ellos se les inculcó trabajar duro y acumular mucho porque sólo así estarían seguros. Esta generación escala la jerarquía profesional como un derecho y símbolo de estatus.
Por otro lado, los hombres y mujeres que nacieron a mediados de los 60´s ven subir la escalera del éxito cínicamente. Saben que lo más probable es que serán más ricos que sus padres y también saben que el dinero no hace la felicidad. Ven al dinero no como un símbolo de estatus, sino como un boleto de diversión personal. Esta actitud los lleva a vivir el momento en vez de planear para el futuro: “¿por qué esperar hasta mañana, si lo puedo tener ahora?”
Nuestra actitud hacia el dinero es influenciada por todas esas experiencias que hemos vivido desde niños. Mi pregunta para usted es ¿cuál es su historia? ¿Qué actitud tiene hacia el dinero por la forma como creció?
Quiero invitarle a que examine su pasado para poder identificar su actitud hacia el dinero. ¿Trabaja para tener dinero o lo usa de tal manera que trabaja para alcanzar los propósitos de Dios y obtener la prosperidad integral?
