¿Te acercas a Él en las tribulaciones? (Parte 2)

En la primera parte contesté bíblicamente la respuesta a la pregunta ¿cómo es que las pruebas o dificultades, que se pueden convertir en tentaciones cuando somos inmaduros, producen en nosotros la habilidad de no pecar? En esta sección contestaré bíblicamente la pregunta ¿cuáles son las formas que Dios usa para formarnos a Su imagen?

Viene de lo que Jesús nos dijo en Juan 17:14, “Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” Nosotros vivimos en un mundo caído, y por ello debemos esperar los problemas, las ofensas y las tribulaciones.

Santiago 1:2-4 nos explica bien las formas que Dios usa para conformarnos a Su imagen: “tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.”

Nuestro Dios es capaz de usar todo para nuestro bien, aun las tribulaciones que parecen imposibles. Pero, para que las tribulaciones puedan ser usadas así, tenemos que saber dónde ir en medio de los problemas. Una buena pregunta es: ¿Estoy comportándome como los israelitas en Éxodo 20, o como Moisés, quien se acercaba a la densa nube donde estaba Dios?

Dios es omnipresente y Él está en medio de cada tribulación que estamos pasando. Cristo, la segunda persona de la Trinidad, sufrió todo mientras caminaba aquí, y Él fue bien claro en Lucas 6:40 diciendo: “Un discípulo no está por encima de su maestro; mas todo discípulo, después de que se ha preparado bien, será como su maestro.”

El teólogo alemán Jürgen dijo: “Dios llora con nosotros para que un día podamos reír con Él.” Las aflicciones desarrollan la actitud que debemos tener, “Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación” (2 Corintios 4:17). Rick Warren lo ha dicho de otra forma: “Jesús no murió en la cruz solamente para que pudiéramos tener una vida confortable y bien ajustada. Su propósito fue mucho más profundo: Él quiere hacernos como Él, antes de que Él nos lleve al cielo. Esto es nuestro mayor privilegio, nuestra responsabilidad inmediata y nuestro destino final.”

¿Y cuál es nuestra actitud? ¿Nos estamos quejando de que “esto no debería estar ocurriendo”? O ¿hemos aprendido a evaluar las tribulaciones a través de los lentes bíblicos? Mientras más tiempo tardemos en aplicar los principios bíblicos, menos tiempo disfrutaremos de la presencia de Dios en medio de las tribulaciones. Las tribulaciones y pruebas vendrán, no importa si tenemos o no la actitud correcta; sin embargo, solamente encontraremos a Dios en medio de la oscuridad cuando nos acerquemos a Él en vez de alejarnos en el momento que más lo necesitamos. La decisión es nuestra.

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