Un hogar celestial: Lugar de gozo

¡El cielo es un lugar de gozo!

Una de las cosas que aprendí sobre el evangelista Billy Graham y su esposa Ruth en un viaje que hice a Carolina del Norte, es que ellos decidieron hacer de su hogar un ministerio. Mientras Billy viajaba y Ruth se quedaba en casa, ella empleaba su tiempo sabia y constructivamente en evangelizar y discipular a sus hijos.

El arte y decoración de las paredes y dinteles de su casa eran versículos bíblicos. Cada día en ausencia de Billy, ella realizaba el devocional matutino, tenía tardes de lectura con sus hijos y oraban juntos por los viajes de su papá y las necesidades de la casa. Ruth le proporcionó a sus hijos un hogar sano, espiritual y lleno de gozo.

El Salmista David conocía esta experiencia. En el Salmo 16:11 dice: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”. Un hogar lleno de gozo empieza por enseñarles a los hijos “la senda de la vida”. Siendo que Jesús es el camino, la verdad y la vida, no podremos lograr un clima adecuado en la vida de nuestros hogares y sus integrantes, sin el conocimiento experimental de Él.

Cuando el Señor es el centro de nuestras vidas y nuestros hogares, Él trae balance y orden a las mismas, lo cual a su vez produce una satisfacción tal que inunda nuestros corazones de gozo.

¿Cuál es el clima de tu hogar? ¿Hay risas, alegría, satisfacción, respeto y aprobación? ¿Se respira la presencia de Dios? Todo empieza con nosotras. No permitas que tu hogar sea un lugar de gritería, llanto y violencia. Propongámonos ser alegres, celebrar las buenas noticias, orar por las adversidades y en todo dar gracias a Dios, porque Su voluntad siempre es santa agradable y perfecta.

Como Ruth Graham, hagamos de nuestro hogar nuestro ministerio. Y como el cielo, que nuestro hogar sea un lugar de gozo.

¿Qué cosas prácticas harás para que tu hogar sea un lugar de gozo?

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