Una disciplina espiritual que puedes hacer desde la cama

“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.” – Salmo 5:3

No soy ni madrugadora ni trasnochadora. Me gusta hacer cosas durante el día. Y en mi mundo perfecto todo funcionaría de 8 a. m. a 8 p. m., que es cuando funciono realmente bien. En las mañanas tomo las cosas con calma, no tengo muchos deseos de conversar, y la verdad no es que quisiera pensar mucho. Pero las escrituras nos indican que comenzar nuestro día en oración es extremadamente beneficioso. Y vemos cómo Jesús pasaba tiempo con el Padre muy temprano en las mañanas (Marcos 1:35). Y si miramos los Salmos encontramos que David pasaba mucho tiempo con Dios en las mañanas.

¡Es una disciplina espiritual que no requiere ni siquiera que abandonemos nuestras cómodas camas! Ni siquiera tenemos que abrir nuestros ojos. Para algunas, estos momentos son los más fáciles durante el día para orar.

“La Oración debería ser la llave de la mañanas y el cerrojo en las noches.” –  Spurgeon

Aunque no lo creas hay muchas cosas por las qué orar antes de levantarse de la cama.

Podemos comenzar con dar las gracias, y aunque algunas de nosotras no sintamos el deseo de agradecer, si comenzamos a buscar sinceramente por detalles por los cuales estar agradecidas nuestras actitud cambia.

¿Por qué cosas podemos estar agradecidas en la madrugada?

- Que tenemos una cama en la que dormir.

- Que tuvimos un lugar seguro para pasar la noche sin temer por nuestras vidas.

- Que tuvimos el descanso que Él quería que tuviéramos para comenzar un nuevo día (incluso si nuestros chiquillos nos despertaron sin razón aparente).

- Que El Señor nos ha dado un trabajo y nos prepara para las actividades del día.

- Que no importa lo que el día traiga consigo, nada puede robarnos nuestra salvación.

Y luego, por supuesto, podemos venir al Padre con nuestras peticiones.

Decirle que le glorificaremos con nuestra conducta y nuestras palabras durante el día.

- Que nos enfrentaremos al día con gratitud.

- Pedirle que nos ayude a confiar en vez de preocuparnos sin importar lo que el día traerá.

- Que nos recuerde de usar el tiempo que nos ha dado de manera sabia.

Pasar tiempo en oración cada mañana, antes de que nuestras ocupadas agendas nos lleven a los compromisos y direcciones diferentes, nos ayuda a aferrar nuestras mentes en Cristo. Él es quien nos dio el día nuevo. Él es quien nos sostiene durante el día, Él es a quien debemos glorificar durante el día. Él es nuestra ayuda, nuestra Fortaleza y nuestra sabiduría.

“Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.” – Salmo 143:8

Desafío: Haz el compromiso de orar antes de levantarte de tu cama, y ve cuantos días logras hacerlo.

Por Jen Thorn

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