Una historia de amor

“Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel” – Rut 4:11

¿Eres romántica? Yo lo soy por naturaleza, me gusta ver películas de amor y dramas que terminan en un final feliz. Mi imaginación volaba muy a menudo entre los 14 y los 20 años soñando con esos príncipes azules, con esas historias de amor que leía en condensadas historias de Corín Tellado, una famosa escritora española de novelas rosas.

Sin embargo, la Biblia es el Libro de los Libros por excelencia, y también puedes encontrar bellas historias de amor como la de Rut y Booz.

Finalmente vemos cómo Dios, en su plan soberano, permite esta unión entre una mujer moabita y este judío. A veces no entendemos ciertas circunstancias y me preguntó, ¿por qué Dios permitió que Rut, una mujer extranjera estuviera en la línea directa de descendencia de Jesús?

Simplemente porque nuestro Dios es un Dios de amor y misericordia, y la salvación no fue exclusiva para Israel sino para todas las naciones. ¿Recuerdas lo que le dijo Dios a Abraham? “Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” (Génesis 12:3), porque a través de la simiente de Abraham vendría la Salvación para esta humanidad. 

Y Dios estaba tejiendo Su historia, tú historia y mi historia a través de la historia de amor de Rut y Booz, porque a través de esta unión matrimonial Dios iba a preparar el camino del Mesías y la mejor Historia de Amor jamás contada, el sacrificio de Jesús en la cruz por amor a nosotras.

¿Estás dejando que Dios escriba Su historia de amor en tu vida? Quizás hayas pasado por una desilusión amorosa o una decepción, o tal vez has sido traicionada y estás envuelta en una tragedia dolorosa. Y vemos cómo el mundo se nos viene encima, nuestros planes futuros se desmoronan; pero el Señor está escribiendo Tú Historia, si le permites a Él ejercer su voluntad.

¿Tienes un corazón como el de Rut? ¿Valiente, decidido y determinado a buscar al único Dios? ¿Dejas que Dios sea el Señor de tu vida? ¿Confías en Él y en Sus promesas? Dios siempre tiene el plan perfecto, no tiene un plan B, tiene el mejor plan diseñado para andar en sus caminos. Y aun cuando nos desviamos, Él en su misericordia nos pone en el riel correcto.

¿Para qué? Para edificar y establecer Su reino en nuestras vidas.

Permíteme contarte una historia. Ella era una chica en pleno esplendor de su juventud. Tenía un novio cristiano a quien amaba con todo su corazón, era su príncipe azul. Llevaban dos años de una relación hermosa, tenían planes de MATRIMONIO, sin embargo algo sucedió en esa relación que se fue desgastando con el tiempo y Dios no era parte fundamental. Con el tiempo se rompe esta relación de noviazgo y se produce un quiebre emocional tremendo en la vida de ella hasta que es tratada por Dios. Él comienza a sanar sus heridas, a edificar su reino, sentando bases sólidas en su relación personal con Él y decide buscar a Dios, confiar en Él.

Luego de un proceso doloroso, un día ocurre algo que cambia totalmente su forma de pensar. Los cambios los hace Dios, ella decide soltar esos sentimientos por ese chico y en un acto de fe y de entrega le dice a Dios que haga su voluntad. Y Dios lo hizo, al tiempo después este joven se casa con otra chica (no cristiana) y no permite ningún encuentro en los próximos 6 u 8 años.

Ella permanece soltera por estos años sin tener relación alguna, donde se dedica a servir a Dios y donde Dios sigue tratando con su vida. Vive tiempos hermosos como también temporadas en las que se siente sola, triste, vulnerable como somos las chicas. Hay una presión, la sociedad dice: ¿cuándo te vas a casar? Sin embargo ella espera el tiempo de Dios y sigue buscando Su voluntad, y luego de un largo tiempo finalmente llega ese Booz a su vida; no es el hombre perfecto, ni el príncipe azul (porque este no existe, solo en nuestra mente), pero sí el hombre que Dios tenía para su vida. Ese hombre es mi esposo.

Y sí existen “finales felices”, porque cuando pones a Dios en primer lugar, aseguras que su voluntad sea buena, agradable y perfecta, porque su tiempo es perfecto. No hay final infeliz o tragedia dolorosa que no termine nunca. Siempre hay una luz de esperanza porque Dios quiere EDIFICAR Su Vida, Su Reino en nuestras vidas para seguir escribiendo Su Historia de Amor, la mejor. Y esa está en la vida de CRISTO siempre y cuando decidas poner a Dios como número uno de tu vida y como el Señor de ella. Dios es fiel, siempre fiel.

Por Elba Castañeda

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