Una idea maravillosa

En Génesis 1 Dios estaba dirigiendo una pieza hermosa… creando, disponiendo y colgando cada astro en su lugar.  La Biblia da testimonio de que cada faceta iba bien y repite: “y vio Dios que era bueno”. Pero, de momento, suena una nota discordante y se produce un sonido extraño. En Génesis 2:18 dijo Jehová Dios: “No es bueno” y se produce una interrupción.

Dios se dio cuenta de que algo de suma importancia faltaba en Su creación: LA MUJER. De modo que, para completar la obra, ¡hace a la mujer con sus propias manos! Cada parte, cada curva, cada órgano. Así pues, arregla el borrador y leemos en la partitura final, en Génesis 1:31, “¡Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera!”

Cuando en Génesis 1:26 Dios se propuso crear a la raza humana, quiso que fuera el puro reflejo de Su persona y por ello los hizo a su imagen y semejanza. Pero el hombre sólo no podía serlo y Dios crea a la mujer. Esta idea va reforzada por la palabra “ayuda” que encontramos en Génesis 2:18, que es la palabra hebrea “ézer”, una palabra fuerte que significa SOCORRO. Esto es la mujer del hombre.

La ayuda que el hombre necesitaba era SIGNIFICATIVA. No porque el hombre fuera inepto, incapaz o débil, sino…

- Porque la magnitud de la tarea que Dios le estaba dando era grande (Génesis 1:28) y compleja. Y…

- Porque las luchas que enfrentaría serían feroces (Génesis 3:15) y juntos harían un buen equipo.

¡Qué equipo más precioso y efectivo el que hacen juntos el hombre y la mujer!

Con la dirección de Dios, la potencia del Espíritu Santo y bajo el liderazgo del hombre, debemos llevar a cabo Su misión de poblar y sojuzgar la tierra. En ello:

- Nuestro primer y más importante deber es multiplicarnos. Esto es, unirnos en matrimonio y tener hijos, creando así la familia; la base de la sociedad. Un llamado de proporciones enormes.

- Segundo, debemos transmitir el evangelio. Multiplicar adoradores del Dios vivo, crear verdaderos portadores de la imagen de Dios y, por medio de ellos, señorear y sojuzgar la Tierra con justicia, misericordia y amor.

¡Que tarea más noble e importante tiene la mujer!

Que la idea maravillosa de Dios al hacernos mujer, una “EZER”, nos inspire a cumplir nuestro rol y función, viviendo de modo tal que dejemos monumentos de piedad, servicio y entrega para la gloria de Dios.

¿Que aspecto de ser mujer es el que más te fascina?

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