Hay una lucha constante por la verdad en este mundo caído y el ring de boxeo es nuestra mente. Es seguro que la mentira de este mundo ha ganado algunos rounds, pero muchos otros, los ha ganado la Verdad; entonces ¿cómo hago para mantener el marcador del lado de la Verdad, de la Vida, del Espíritu?
Satanás quiere hacernos pensar que la lucha espiritual es una de poder, pero la verdad es que él nunca podría entrar en un cuerpo a cuerpo con el Todopoderoso, así que la lucha se lleva a cabo en la mente de los cristianos con el propósito de que cambien la verdad de Dios por la mentira de este siglo.
"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad", Romanos 1:18 (LBLA).
Por eso es tan importante que todos los días escuchemos, busquemos, conozcamos la Verdad para poder ver a través de Sus ojos, porque el mundo y su cosmovisión estarán bombardeándonos constantemente todas sus mentiras por medio de la cultura, de nuestra propia crianza, de la publicidad, de los libros o la televisión. Por todos lados está siendo propagada la "forma" del mundo, aún muchas veces dentro de nuestras propias iglesias.
Mientras más llenamos nuestras mentes y corazones del Señor y Su Palabra, más terreno ganará la Verdad en nuestra mente para derribar los argumentos del enemigo y nuestros sentidos estarán más agudizados para ejercitar el discernimiento que el Señor nos da por Su gracia como nos dice 2 Corintios 10:5:
"Destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo".
Así mismo debemos cuidarnos de contaminarnos al exponernos a la mentira, porque ¡terminaremos por creerla! Muchos que habiendo visto, oído y aun creído la Verdad han terminado desviándose, cosechando para sí consecuencias terribles; tomemos el ejemplo de Eva en el Edén.
Por lo tanto, para ganar nuestra lucha, no escuchemos ni demos lugar a las mentiras de Satanás en nuestras mentes. La mentira nos ata, pone sobre nosotros su pesado yugo de pecado y nos hace caer, pero la verdad de Dios nos trae libertad, descanso y plenitud.
"…y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", Juan 8:32.
Por Sydel Perez de Dorrejo
