Una vida de paz

Leer Isaías 26:2-4

Su casa le da protección contra la naturaleza. Por eso, cuando una tormenta se aproxima, usted busca refugio dentro de la seguridad de esas cuatro paredes. El mismo principio se aplica a las tormentas de la vida. Si hemos construido una casa sólida sobre un fundamento de fe, entonces tenemos un refugio al cual correr cuando se formen nubes oscuras y la ansiedad amenace con arrollarnos. 

Supongamos que algo le preocupa y sus amigos y familiares tratan de entenderlo, pero se están cansando de que esté tan enfocado en el problema. Escuche ahora la alternativa liberadora que Dios le ofrece: “Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentara” (Salmo 55:22). Él no cancela los males que irrumpen en esta vida, pero sí nos protege del peso de la angustia, tomando las situaciones en sus manos.

No obstante, el llamado a tener una vida libre y tranquila no es escuchado a menos que la persona tenga confianza en el Señor. La confianza se construye por medio de la relación —orando durante las pruebas y las victorias de la vida diaria, buscando dirección bíblica para tomar decisiones y experimentando la Palabra de Dios de manera práctica. Es así como se construye una casa de fe, ladrillo a ladrillo, sobre la roca sólida de Jesucristo.

La persona que confía en el Señor recibe la paz que promete Isaías 26:3. Pero la paz inquebrantable no es instantánea; se cultiva por medio de una relación constante con Dios. Depender de Él cada día de nuestra vida es la clave para soportar las tormentas con calma sobrenatural.

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