Jacob había estado ya un mes con Labán cuando este le dijo:
—Por más que seas mi pariente, no vas a trabajar para mí gratis. Dime cuánto quieres ganar.
Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea, y la menor, Raquel. Lea tenía ojos apagados, mientras que Raquel era una mujer muy hermosa. Como Jacob se había enamorado de Raquel, le dijo a su tío:
—Me ofrezco a trabajar para ti siete años, a cambio de Raquel, tu hija menor.
Labán le contestó:
—Es mejor que te la entregue a ti, y no a un extraño. Quédate conmigo.
Así que Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero como estaba muy enamorado de ella le pareció poco tiempo. Entonces Jacob le dijo a Labán:
—Ya he cumplido con el tiempo pactado. Dame mi mujer para que me case con ella.
Labán reunió a toda la gente del lugar y ofreció una gran fiesta.
Génesis 29:14-22 (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
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