¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
¡Cuán bueno es cantar salmos a nuestro Dios,
cuán agradable y justo es alabarlo!
El Señor reconstruye a Jerusalén
y reúne a los exiliados de Israel;
restaura a los abatidos
y cubre con vendas sus heridas.
Él determina el número de las estrellas
y a todas ellas les pone nombre.
Excelso es nuestro Señor, y grande su poder;
su entendimiento es infinito;
El Señor sostiene a los pobres,
pero hace morder el polvo a los impíos.
Canten al Señor con gratitud;
canten salmos a nuestro Dios al son del arpa.
Salmo 147:1-7 (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Derechos de Autor © 1999 por Biblica, Inc.®
Escritura citada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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