Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército;
contigo, Dios mío, podré asaltar murallas.
El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian.
¿Quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?
Es él quien me arma de valor
y endereza mi camino;
da a mis pies la ligereza del venado,
y me mantiene firme en las alturas;
adiestra mis manos para la batalla,
y mis brazos para tensar arcos de bronce.
Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
Salmo 18:29-35 (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Derechos de Autor © 1999 por Biblica, Inc.®
Escritura citada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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