No se salva el rey por sus muchos soldados,
ni por su mucha fuerza se libra el valiente.
Vana esperanza de victoria es el caballo;
a pesar de su mucha fuerza no puede salvar.
Pero el Señor cuida de los que le temen,
de los que esperan en su gran amor;
él los libra de la muerte,
y en épocas de hambre los mantiene con vida.
Esperamos confiados en el Señor;
él es nuestro socorro y nuestro escudo.
En él se regocija nuestro corazón,
porque confiamos en su santo nombre.
Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
tal como lo esperamos de ti.
Salmo 33:16-22 (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Derechos de Autor © 1999 por Biblica, Inc.®
Escritura citada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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