Viviendo la Palabra

“Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.” – Santiago 1:22 

Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, sosteniendo firmemente la palabra de vida.”Filipenses 2:14-16 

Estos versículos nos enseñan que para ser embajadoras de Cristo necesitamos aplicar la Palabra a nuestras vidas. Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención es que 2 Corintios 5:17 dice “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.” 

Es obvio entonces que no podemos comportarnos de la misma manera que lo hacíamos antes de venir a Cristo, lo que no es tan obvio en este versículo es que no nos dice que estamos caminando con Cristo, sino que ¡estamos EN Cristo! Nuestra relación con Él debe ser tan estrecha que, en cualquier acción que estemos atravesando, nuestras acciones luzcan cómo lo que Cristo haría.  

1 Corintios 10:31 nos dice claramente que todo lo que hacemos debe ser para Su gloria, y entonces nos preguntaremos: ¿cómo podemos glorificarle en las decisiones cotidianas? Obviamente lo primero que debemos hacer es …¡conocer la Palabra!

Servimos a un Dios infinito y nunca podremos entenderlo ni conocerlo totalmente y por eso seguimos estudiando Su Palabra porque siempre habrá más qué aprender hasta que Lo veamos cara a cara. Romanos 12:2 lo confirma cuando nos instruye a transformar nuestras mentes porque ésa es la forma de verificar la voluntad de Dios. Pero ese versículo está precedido por un versículo que también nos llama a la acción: presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1)

Jesús dijo en Juan 8: 31, “Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos” y como cada una de nosotras queremos ser Su discípula, debemos preguntarnos ¿qué significa permanecer en Su Palabra? Juan 3:36 nos ayuda a entender, “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.”  La señal sine qua non de un discípulo, o sea, de un hijo de Dios es… la obediencia en la forma en que vivimos.

Nota que Jesús dijo “Su Palabra” en singular y no dijo en sus palabras. Por eso podemos deducir que Él se refiere a todo lo que Él enseñó y lo que Él representa, y debido a que toda la Palabra apunta hacia Él (Juan 5:39), entonces se trata de caminar como Él caminó, pensar como Él piensa y actuar como Él manda. Dado que Su  Espíritu mora en nosotras (1 Corintios 3:16) Él nos guiará en las sendas de Cristo (Juan 16:13) y nos da “la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16).

Entonces, queremos aprender a vivir la palabra, o como el versículo dice, permanecer en ella. Su Palabra es la verdad porque Él es la verdad (Juan 14:6), por tanto, debemos creerla por encima de cualquier otro consejo. 

Para mantenernos en un mejor estado espiritual debemos comer nuestro pan (Juan 6:35), tomar nuestra agua viva (Juan 7:37) y ejercitar lo que hemos aprendido (aplicarla) para que "…de lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva" (Juan 7:38).

Debemos caminar en el poder del Espíritu (Gálatas 5:16) para vencer la maldad, porque “El SEÑOR dará fuerza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo con paz” (Salmo 29:30). Y en Juan 8:12 conocemos cómo andar: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” y sabemos que es a través de caminar en Su Palabra porque “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino” (Salmo 119:105).

Y quiero finalizar con un versículo que he experimentado tantas veces en mi vida mientras camino en obediencia: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.” (Juan 14:21). Si deseas que Jesús se revele a tu vida en una forma personal y tangible, te exhorto a aplicar lo que has aprendido para experimentar el gozo de Su presencia (Romanos 15:13). 

Oro que no solamente lo hagamos de manera individual sino como una familia, caminando en las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas (Efesios 2:10).

Loading controls...