Volver a lo básico – La Palabra

“...pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza” – 1 Crónicas 15:13

Cuando los niños están aprendiendo a caminar, siempre buscan la seguridad del suelo en el momento en el que se tambalean. Para no caerse vuelven al terreno conocido, a lo que ya dominan, antes de volver a intentar dar un paso. Lo mismo sucede con nosotras cuando queremos avanzar en nuestra vida espiritual.

A veces sentimos que Dios nos está llamando a tareas mayores y damos un paso tembloroso, nos tambaleamos... y es ahí cuando sabemos que debemos regresar a lo básico hasta dominarlo.

¿Qué es lo básico? Nuestra relación con Dios, alimentada y cimentada en la oración, la lectura y la meditación de Su Palabra.

Sí, sé que has oído lo mismo miles de veces, y probablemente tengas una relación saludable con el Señor y pases tiempo con Él en oración y en Su Palabra cada día, preparándote para ese momento en el que Dios te abra las puertas para una tarea mayor... pero puede que no.

Y déjame decirte algo que a veces se nos olvida: no podemos crecer en nuestra vida espiritual ni tener ministerios significativos y perdurables en el tiempo si no tenemos una estrecha relación con Dios. Y, por favor, entiende “ministerios” en su sentido más amplio: como esposas, mamás, maestras de escuela dominical, visitando hermanas o enfermos... todo servicio hecho para el Señor.

Cuando leemos la Biblia vemos cómo Dios hablaba de forma específica a Su pueblo en el momento en que ellos oraban. Respondía de forma audible y clara, y les decía exactamente lo que Él quería que hicieran.

¿Qué importancia le das a tu relación personal con Dios? ¿Es la Biblia ese libro que decora tu mesita de noche y desempolvas el domingo para ir a la iglesia? ¿Se reduce tu vida de oración a dar las gracias por los alimentos? Si realmente queremos vivir para Cristo debemos tener conocimiento de Él. ¿Cómo? A través de la oración y a través Su Palabra. Debemos leer la Biblia, estudiarla, meditar en ella. No puedes ponerla en práctica si no la conoces.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” – Josué 1:8

Dios quiere que le preguntemos cómo vivir nuestra vida. Él ansía guiarnos y dirigir nuestros pasos porque sabe que si vivimos la vida que Él ha diseñado para nosotras, tendremos una vida plena, confiadas en que cualquier cosa que pueda pasar no se escapa de Su voluntad.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” – Romanos 12:2

Renueva tu mente con la Palabra de Dios. Renueva tus acciones con la Palabra de Dios. Renueva tu vida con la Palabra de Dios.

Vuelve a lo básico. Y estarás preparada para retos mayores.

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