“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía”. – Juan 15:1-2 NVI
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
... en la manera como terminamos ayer nuestro devocional con el acróstico de la palabra PODA.
P = Propósito.
O = Objetividad.
D = Disponibilidad.
A = Actitud.
1. La poda, más que un proceso doloroso, es un proceso de aprendizaje, avance y crecimiento. Además, es el mismo Padre quien se dedica a hacerla.
2. El texto en estudio (Juan 15) nos enseña que la rama que no da fruto será cortada, pero esto no debe preocuparnos, pues es necesario tener en cuenta que el Labrador antes de cortarla realiza un proceso de recuperación buscando la forma para que la rama cumpla con su propósito de dar fruto.
3. Un jardín no puede alcanzar su máximo potencial sin pasar por un proceso sistemático de poda.
4. Jesús dijo: “Yo soy la Vid y ustedes las ramas”; es decir que si nos podan a nosotros, Jesús como la vid, lo sabe, lo entiende, lo siente, no está ajeno al proceso que debemos pasar.
5. ¿Hay algo que te está robando la energía para ser más productivo en lo que haces? ¿Existe algún pensamiento que está enfermando tus ramas y no te has dado cuenta? ¿Estás en el ecosistema correcto para vivir saludable? ¿Cosas que sabes que ya no deberían estar en tu vida, pero tu permisividad es más fuerte?