Siembra hoy mismo y sé paciente para la cosecha

“No nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6:9 NTV). 

El momento para empezar a sembrar es ahora. 

Hablo con gente que todo el tiempo dice: “Uno de estos días voy a…” Ellos van a servir más uno de esos días; o cuando se jubilen; o cuando consigan un aumento en su salario. Ellos van a incrementar su ofrenda uno de estos días. 

“Uno de estos días” es como ninguno de estos días. No esperes a que las cosas mejoren; tu inicio para sembrar es ahora. ¿Por qué? Porque entre más pronto siembres, más tiempo vas a disfrutar la cosecha en tu vida. 

Pero la cosecha no siempre va a venir en tu tiempo. Siempre hay un retraso entre la siembra y la cosecha. Se planta en una temporada y se cosecha en otra. 

¡Tienes que ser paciente y no rendirte! 

Este es uno de los principios en los que el Reino de Dios opera. Marcos 4:26-29 dice: “El reino de Dios se parece a quien esparce semilla en la tierra. Sin que éste sepa cómo, y ya sea que duerma o esté despierto, día y noche brota y crece la semilla. La tierra da fruto por sí sola; primero el tallo, luego la espiga, y después el  grano lleno en la espiga. Tan pronto como el grano está maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”. 

Los resultados llegarán, pero vendrán poco a poco y como parte de un proceso. Y debido a que toma tiempo, “No nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6:9 (NTV). 

Algunos de ustedes tienen que olvidarse de las malas cosechas del año pasado. En lugar de eso, comienza a centrarte en las cosechas a largo plazo en tu vida. No consigues arreglar tus finanzas de la noche a la mañana. Te tomó años desordenar las cosas y va a tomar un tiempo para poder arreglarlas. Hay un tiempo de retraso entre la siembra y la cosecha. 

La Biblia dice en el Salmo 126:5-6: “Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha” (NTV). 

¿En qué necesidad has estado lamentándote? Tal vez perdiste tu trabajo. Probablemente perdiste tu salud. Tal vez has perdido a un ser querido. Pudiste haber perdido tus ahorros, o perdiste la mitad de tu jubilación en los últimos años. Tal vez has perdido tu sueño. 

El duelo está bien; los gemidos no tanto. En lugar de quejarte, es necesario sembrar una semilla, porque lo que más necesites, es lo que más necesitas dar. 

Reflexiona sobre esto: 

- Si pudieras volver atrás a cuando eras joven, y darte un consejo a ti mismo, ¿qué te dirías? ¿Qué pudiste aprender de tus errores financieros que se puede aplicar en tu situación actual? 

- ¿Qué harías hoy si tuvieras el tiempo para iniciar de nuevo y seguir adelante en tus finanzas, dejando atrás errores del pasado? 

- ¿Qué es lo que más deseas recibir en tu vida? ¿Cómo puedes plantar esa semilla con lo que tienes hoy para recoger esa cosecha en tu futuro?

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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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