“Respondió Jesús y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, Mateo 4:4
Una pregunta muy importante que debemos hacernos es: ¿Cómo yo sé que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios y no meramente palabras de hombres? Quisiéramos dar cuatro argumentos de que, sin lugar a dudas, la Biblia es la Palabra de Dios.
Confiamos que la Biblia es la Palabra de Dios porque Cristo, el Divino Maestro, el Mesías prometido, Aquel que vino a revelarnos al Padre, creía que la Escritura es la Palabra inspirada de Dios y no otra cosa. Nosotras debemos creer todo lo que Cristo creyó y enseñar todo lo que Cristo enseñó. Y una de las verdades fundamentales establecidas por Jesús fue que la Escritura es la Palabra de Dios.
El texto de hoy nos dice que Jesús venció a Satanás en el desierto de la tentación por medio de la Palabra de Dios: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Cristo le llamó a la Escritura “palabra que sale de la boca de Dios”. Hay una relación inseparable entre Jesús y su Palabra. Si creemos en Jesús tenemos que creer en Su Palabra y la única forma en que podemos creer en Jesús es por medio de la Biblia.
Jesús y Su Palabra se mantienen de pie o caen juntos al mismo tiempo. Si Jesús cae, Su Palabra cae; si Él se mantiene en pie, Su Palabra se sostiene en pie juntamente con Él. Jesús es el logos de Dios; Él es la Palabra encarnada; Él es la voz autorizada de Dios para revelar Su voluntad y todo lo que Jesús dijo y enseñó como el Logos de Dios lo encontramos en la Biblia.
Por eso, Él reprendió a los escribas y fariseos que habían distorsionado todo el mensaje del Antiguo Testamento con las tradiciones de los ancianos y noten las palabras exactas de Jesús en Marcos 7:13, “Vosotros invalidáis la PALABRA DE DIOS con vuestra tradición”, así que para Jesús la revelación del Antiguo Testamento no era otra cosa que “la Palabra de Dios”. Él lo creía y nosotras debemos creerlo también.
Pablo dice en 1 Tesalonicenses 2:13, “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la PALABRA DE DIOS que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la PALABRA DE DIOS, la cual actúa en vosotros los creyentes”.
Para Pablo, los escritos apostólicos no simbolizaban simplemente la Palabra de Dios, no representaban o contenían parte de la revelación de Dios. Para Pablo, toda la revelación de Dios traída por medio de los apóstoles en el Nuevo Testamento ‘es’ la Palabra de Dios. Por eso dijo Jesús en Mateo 24:35, “el cielo y tierra pasarán, pero mis Palabras no pasarán”, porque las Palabras de Jesús son las mismas Palabras de Dios.
Oración: Amado Señor, gracias por la exactitud y fidelidad de Tu Palabra; la Biblia… precioso tesoro. Gracias porque no hay contradicción en ella, ni entre tú y Cristo. Ayuda nuestras mentes finitas a confiar en tu Verdad y no en los razonamientos de los hombres. En el nombre de Jesús, amén.
Por Carmen García de Corniel