Aprende cómo ser compasivo

“Todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde”, 1 Pedro 3:8 (NIV).

Tú nunca vas a vivir en armonía con tu esposa, tu esposo, tus amigos o cualquier otra persona, si no eres compasivo y si no tienes empatía. No puedes tener un equipo si no estás al tanto de lo que está sucediendo en la vida de los demás. Por eso es que cuando las personas trabajan en una oficina, puede que no compartan mucho y no lleguen a ser un equipo a menos que ellos se conozcan mutuamente. 

La empatía es muy importante porque cumple dos de nuestras más grades necesidades: la necesidad fundamental de ser entendidos y la gran necesidad de que nuestros sentimientos sean valorados. 

Si vas a construir un equipo de amigos en el trabajo o en tu iglesia, tienes que construir compasión y empatía dentro de tu estructura. ¿Cómo te puedes convertir en una persona compasiva o empática? 

1. Ve despacio.
Ya que nuestra cultura nos enseña a movernos rápido, normalmente terminamos a nivel de relaciones. Eso significa que estás solucionando los temas grandes y dejando pasar todos los detalles en la vida de los que más te importan. Santiago 1:19 dice “Todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse”, (NTV). 

2. Haz preguntas.
Proverbios 20:5 dice, “Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente”, (NVI). La mayoría de las personas esconden sus emociones y no comparten automáticamente lo que están haciendo. “Estoy bien” es la repuesta más común, pero en realidad no te están diciendo lo que están sintiendo. 

Si preguntas “¿Cómo estás?” y la otra persona contesta “Estoy bien”, permíteme decirte cómo puedes obtener una mejor respuesta: aprende a preguntar dos veces. Así es como desarrollas empatía. Has una pausa y di, “No, ¿Cómo estás realmente?” La otra cosa que tienes que aprender es a persistir. Eso significa el no tener miedo al silencio. Haz la pregunta y no tengas miedo de sentarte y esperar. No lo pongas en tu agenda. Solo escucha y aprende. 

Muestra tus emociones.
La Biblia dice en Romanos 12:15, “Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran”, (RVC). Compasión y empatía es más que decir “Siento tu dolor”. Es decir, “También estoy herido”. Estás dispuesto a llorar con ellos y a regocijarte con ellos.

Solo hay un camino en el que puedes tener esa compasión –llénate de Dios. Si tu tanque está vacío de la presencia Dios, no vas a poder tener compasión o empatía en lo absoluto. Tienes que estar lleno de Dios. 

Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde”, 1 Pedro 3:8 (NTV).

Reflexiona sobre esto: 

- ¿Cuáles son las características de alguien que sabe escuchar?

- ¿Cómo respondes a las personas cuando te preguntan “cómo estás”?

- ¿Por qué crees que las personas temen al silencio en una relación?


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Este devocional ©2016 por Rick Warren. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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