Aborrezco a los hipócritas,
pero amo tu ley.
Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
¡Malhechores, apártense de mí,
que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios!
Sosténme conforme a tu promesa, y viviré;
no defraudes mis esperanzas.
Defiéndeme, y estaré a salvo;
siempre optaré por tus decretos.
Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos,
porque sólo maquinan falsedades.
Tú desechas como escoria a los impíos de la tierra;
por eso amo tus estatutos.
Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras;
siento reverencia por tus leyes.
Salmo 119:113-120 (NVI)
La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Derechos de Autor © 1999 por Biblica, Inc.®
Escritura citada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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