Versículo del Día - Salmo 27:14

Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo;
    compadécete de mí y respóndeme.
El corazón me dice: «¡Busca su rostro!»
    Y yo, Señor, tu rostro busco.
No te escondas de mí;
    no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo,
    porque tú has sido mi ayuda.
No me desampares ni me abandones,
    Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
    el Señor me recibirá en sus brazos.
Guíame, Señor, por tu camino;
    dirígeme por la senda de rectitud,
    por causa de los que me acechan.
No me entregues al capricho de mis adversarios,
    pues contra mí se levantan falsos testigos
    que respiran violencia.

Pero de una cosa estoy seguro:
    he de ver la bondad del
    en esta tierra de los vivientes.
Pon tu esperanza en el Señor;
    ten valor, cobra ánimo;
    ¡pon tu esperanza en el Señor!

Salmo 27:7-14 (NVI)


La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
Derechos de Autor © 1999 por Biblica, Inc.®
Escritura citada con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo.


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